La Cueva de los Tayos: De Santuario Natural a Producto Turístico de Moda
En lo profundo de la región amazónica ecuatoriana, la Cueva de los Tayos, antaño un santuario sagrado y refugio de biodiversidad, me genera en la actualidad una profunda reflexión.
Este emblemático lugar, conocido tanto por su importancia cultural para la comunidad Shuar como por su fascinante historia geológica y mítica, ha pasado de ser un espacio venerado por sus Guardianes, la Comunidad Shuar, a un recurso turístico sobre explotado.
Un Viaje al Corazón de los Tayos: Desafío, Misterio y Respeto
En el 2017 fui parte de la Expedición anual a la Icónica Cueva de Los Tayos, fui la única mujer de un grupo de 13 participantes, sentí que el reto iba más allá del mismo viaje de exploración, en el que Sebastián Almeida, escritor, guía de turismo e investigador de misterios, nos direccionó ante todo hacia el respeto que implicaba esta visita a la que con recelo fuimos pues sabíamos que la vía no era fácil, ni rápida, caminatas largas con lodazales imponentes y la fauna propia de esta región, nos fuimos confiados de nuestras capacidades así como del espíritu de la Cueva que nos permitiría entrar sin contratiempos a lo largo de una chimenea en descenso vertical de 63 metros, ubicada en la Provincia de Morona Santiago y custodiado por la Comunidad Shuar.
Como parte de este periplo tuve fortuna de conocer a Ariel Tiwirán, nuestro Guía Shuar quien convivió con nosotros de principio a fin y que nos actualiza sobre La Cueva de Los Tayos en este artículo.


Un legado mítico y natural
La Cueva de los Tayos debe su nombre a los “tayos”, aves nocturnas que solían anidar en sus profundidades. Por siglos, este espacio fue sagrado para la comunidad Shuar, quienes realizaban ceremonias ancestrales en su interior. A su vez, la cueva atrajo la curiosidad de exploradores y científicos, en parte por los misteriosos relatos sobre artefactos supuestamente hallados en su interior y las investigaciones del aviador y explorador húngaro Juan Moricz en la década de 1960.
Pero más allá de los mitos, la Cueva de los Tayos es un ecosistema singular. Sus cavernas albergan una biodiversidad única y forman parte del frágil equilibrio ecológico de la región amazónica. Por años, el acceso era restringido, y la entrada a sus entrañas requería no solo permiso de la Comunidad Shuar, sino también una profunda comprensión y respeto por su significado espiritual al visitarla.
Testimonios claves sobre el estado de La Cueva de Los Tayos
Al conversar con Sebastián Almeida Dillon, (https://www.instagram.com/sebastian.dillon/ ) entiendo que su preocupación que se basa en su visita de agosto, 2024, en la que fue evidente que el incremento de visitantes ha generado impactos irreversibles en la Cueva de los Tayos. Hoy, ya no se ven los Tayos que son la razón del nombre de esta Cueva, estas aves han sido desplazadas por la actividad humana constante y la alteración de su hábitat y su disminución en número de individuos es dramática, además de la ausencia de insectos y arañas que antes eran parte emblemática de este lugar.
Lamenta que las profundidades del lugar muestran huellas de descuido con presencia de basura, daños en las formaciones geológicas, incluso los visitantes u organizadores, “se han dado el lujo” de dejar en el interior, implementos como sillas y otros enseres que necesitarán en su siguiente visita.
El desequilibrio también se refleja en las comunidades Shuar. Mientras que algunos miembros han prosperado económicamente, otros lamentan la pérdida de los valores tradicionales. Para algunos miembros de la Comunidad Shuar, lo que antes era un lugar sagrado ahora se percibe como una fuente de ingresos, lo que ha llevado a una desconexión cultural y espiritual.
Sin embargo, resalta que varias Comunidades aledañas colaboraron para mejorar los senderos que conforman este largo trayecto hasta llegar al ingreso de la Cueva de Los Tayos, pero cierra con una frase que me da escalofrío: “La Vida interior de la Cueva se está perdiendo por el turismo masivo”.
Para mí era importante recibir la apreciación de Ariel Tiwirán (https://www.instagram.com/ariel_expedition_tayos/) quien tienen una larga trayectoria siendo la persona que ha vivido todo este proceso desde antes de que sea visitado turísticamente y que ha formado parte de incontables visitas a La Cuevas de Los Tayos y su apreciación coincide parcialmente con la de Sebastián.
Él identificó en varias ocasiones que después de viajes organizados por Operadoras encontró basura, sleepings, botellones de agua, entre otras cosas, y lo denunció públicamente en redes con fotografías para solventar su llamado a la responsabilidad de estas malas e irresponsables prácticas, así como el hecho de que incluso se llevaban piedras y parte de las estalactitas. La respuesta fue que Ariel recibió amenazas intimidantes en mensajes directos vía redes sociales, sin embargo, eso no lo amedrentó, pues no quiere que la Cueva de Los Tayos desaparezca, y en sus palabras “Yo no temo ni la muerte”.
Esta situación fue un tema de discusión durante la Asamblea de la Comunidad Shuar, en la que solicitaron a Ariel que sea él la persona que tome el liderazgo formal de estas visitas y así pueda poner límite a esta conducta por parte de visitantes.
Acto seguido convocó a una minga (trabajo comunitario o colectivo, voluntario, con un bien común y utilidad social), en la que llenaron fundas completas de basura y esto marcó un antes y un después en el control hacia los visitantes con reglas que creeríamos elementales pero que en este caso se convirtieron en una regla.
Ariel se siente agradecido de que en su camino de convertirse en el Guía Local que es hoy, recibió el apoyo de Roberto Hernández (Expedicionario con el que viajé en el 2017), quien lo capacitó en el uso de cuerdas, nudos, la calidad de equipos y sobre todo enfatizó que gracias a este apoyo tiene la solvencia total de ofrecer lo primordial para esta aventura expedicionaria, la seguridad, esto lo motivó a seguir cursos de rescate y de atención médica, lo que lo convierte en un recurso humano clave a la hora salvaguardar la vida de los participantes.
La calidad de vida ha mejorado para la Comunidad Shuar y también para sus visitantes, con alegría me comenta que cuentan con baterías sanitarias, duchas, así como con cuatro casas para acampar, y que esta mejora económica impacta directamente a la Comunidad, así han mejorado su alimentación y han enriquecido esta experiencia al ofrecer danzas Shuar como parte de esta experiencia, ahora es muy diferente y las amenazas quedaron en un acuerdo de cero basura, y total respeto a La Cueva de Los Tayos, integrando a la Comunidad por un pago de $25,00 USD por personan (Fee de entrada a la Comunidad), así como el alquiler de equipos en caso de requerirlo.
En relación a la fauna del interior de la Cueva, Ariel mencionó que hay épocas en la que el número de individuos varía, sin embargo y en base a lo que es y lo que fue son varias personas las que afirman que definitivamente las especies que la habitaban han decrecido en número.

El camino hacia un turismo regenerativo
Esta expedición fue la oportunidad para encontrarme con una Cultura que no conocía y me sacó totalmente de mi zona de confort, dándome el privilegio de concientizar sobre lo diminutos que somos ante una basta naturaleza, pero también del tremendo daño que podemos causar a un hábitat que tiene todo y nos lo da con generosidad.
Conversar con Sebastián y con Ariel me deja una profunda reflexión sobre el interés que podemos autogenerarnos al ver con atención lo que se pone In en redes sociales sin pensar en cómo impactaría nuestra visita a un lugar, nos dejamos llevar por lo que está de moda sin investigar un poquito más y peor aún sin diseñar nuestro viaje con un propósito.
Todos somos parte de este mundo y es necesario que asumamos nuestra corresponsabilidad, como agentes de cambio en el sector turístico, los que lo ofrecemos y los que lo consumimos, empoderar a las comunidades locales tendrá el éxito que queremos si los viajemos les damos la importancia que merecen.
La experiencia de viaje debe ser positiva para todos los involucrados y eso también incluye a la naturaleza que nos ofrece ese hábitat en donde disfrutaremos de una experiencia única.
La próxima vez que viajes, hazlo con conciencia y con propósito.
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